CLAMOR DE OBRAS
Es abstinencia alargada,
carne que muerde
los dientes en los sueños.
Se afana el frio. Oxido desenfrenado
en la voz que me suena silenciosa.
Los nombres escritos con alambre,
la extensión de la palabra
en el cristal incandescente
que sopla la boca.
Despierta el sol.
Hay un reflejo en la zanja
que avisa del peligro.
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24
CARTA BLANCA
Querido corazón:
no malgastes los latidos en la vieja máquina de la pereza.
No te adentres en la espesura del cinismo.
Sólo es un hambre pasajera,
una moda en el leguaje del estómago.
No hay paraíso para todos.
El fuego se reparte por orden de llegada.
P.D. Toda destrucción genera nacimientos.
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ESCENARIOS VIVOS
Ya se ensancha la noche en los relojes.
Se pasea por la esquina un nuevo ciclo,
cargado de antiguos propósitos.
Regresan flamantes los niños a la escuela.
Los atascos, la prisa rutinaria en los andenes de la soledad.
Desorientado por la erosión,
el telón del verano inicia su caída lentamente.
No te adentres en la espesura del cinismo.
Sólo es un hambre pasajera,
una moda en el leguaje del estómago.
No hay paraíso para todos.
El fuego se reparte por orden de llegada.
P.D. Toda destrucción genera nacimientos.
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ESCENARIOS VIVOS
Ya se ensancha la noche en los relojes.
Se pasea por la esquina un nuevo ciclo,
cargado de antiguos propósitos.
Regresan flamantes los niños a la escuela.
Los atascos, la prisa rutinaria en los andenes de la soledad.
Desorientado por la erosión,
el telón del verano inicia su caída lentamente.
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