EN BUDAPEST

Karen miraba
hacia el Danubio
desde el tranvía dos.

La muerte imperceptible;
el sueño de una crueldad
desconocida y uniformada.

Hubiera sido fácil
mirar para otro lado.

Refugiarse en la oscuridad
de la ceguera y no mancharse
el destino con dolor ajeno.

Dicen que un Ángel
llegó a la ciudad
empujado por el Cierzo.

Alas de papel y rúbrica:
salvoconductos de vida
contra todo exterminio.


Poema para el proyecto titulado “Las flores del bien”. Muchas gracias a Maria Del Pilar Gorricho por la invitación.

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