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PLACERES DOMÉSTICOS
No hay prisa por levantarse.
El despertador tiene el día libre
y el sol sabe que hoy,
no iré a su encuentro.
Debajo de las sabanas jugamos,
hasta que un pequeño invasor
se une a la burbuja.
Tu haces los planes,
yo las cosquillas.
Papá:
he soñado con el señor -Cangrejo-
en una ciudad rarísima
donde todo el mundo camina hacia atrás.
Tienen los sábados algo paradisíaco,
oculto en los placeres domésticos.
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