MISCELÁNEA

Se necesita tiempo para poner en orden
los zarpazos que lanza la vida.

Sin avisar y cuando menos te lo esperas,
se presenta el sigiloso dolor
abriendo en canal los días de sonrisa desdibujada.

Ahora más que nunca,
las palabras ayudarán a construir un nuevo edificio
donde guardar los enseres que se salvaron de la quema.

Habrá que empezar de nuevo cada mañana
impidiendo al desconsuelo,
enraizar en nuestras manos.

Comentarios

Entradas populares