CARPE DIEM
Infinitos placeres, la
luz y sus sombras.
De muerte está hecha
la vida,
mientras el tiempo es
devorado
por roedores
silenciosos que acaban siendo arruga.
Permanecerán los ríos
y mares
y nosotros, poco a
poco, seremos olvido.
Habrá que vivir con
fulgor,
el parpadeo de la
lluvia en esplendores y ocasos
porque el mayor riesgo
de la existencia,
es ignorar que estamos
vivos.
Es entonces cuando la
esquela
se presenta, imposibilitando
la reacción.
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